Una bella dama llamada Lisa, necesitaba dinero para pagar el alquiler de su casa.
Lisa fue a visitar a un amigo al que conocía muchísima gente, para ver si sabía de alguien que le pudiese pintar y así ganar dinero.
Su amigo le recomendó ir a la otra punta del pueblo, donde vivía Isaac Da Vinci, que era el mejor pintor del pueblo. Cuando terminó de pintar a Lisa, Isaac decidió ponerle de nombre al cuadro “La Mona Lisa” y lo pusieron a la venta.
Con el dinero que consiguieron, Isaac pagó a Lisa. Poco después Isaac Da Vinci muere y el cuadro se hace famoso.
Mara (Aula de Muñogalindo)